Español de América. Atlas sonoro. Palabras elegidas por escritores
Lo chévere del idioma español es su espíritu patiperro que le permite ser entendido por el 80% de sus cuates. Sus casi 500 millones de hablantes no tienen que bregar en medio del bochinche de otras lenguas, a pesar de lo que digan los engreídos jailones y sin necesidad de huachafiar. Eso sí, a riesgo de que alguno pueda parecer un boludo al no entender las yapas de un idioma que no se cansa de decir asere a las expresiones que van apareciendo. Así surge una especie de parqueadero infinito donde caben desde vocablos curuvicas o cipotes, hasta otros pinches o mensos, que alguien podría interpretar como un contradiós. Pero es un idioma que no está en la olla porque sus palabras se sienten tuanis y rumbean sin complejos de ninguna vaina.
La anterior es una muestra de una lengua polifónica, policéntrica y
en expansión, de cuya riqueza y preocupaciones hablarán desde hoy y
hasta el miércoles más de 200 expertos en el VI Congreso Internacional de la Lengua Española
en Ciudad de Panamá. Como un homenaje a ella y a su diversidad, EL PAÍS
ha pedido a 20 escritores del mundo hispanohablante, más Estados
Unidos, que den el pie para crear un Atlas sonoro de las palabras más autóctonas del español.
Narradores, poetas y ensayistas han elegido el vocablo que consideran
que refleja mejor su país para que los internautas continúen con sus
propuestas en el blog Papeles perdidos.
Este Atlas sonoro coincide con la presentación en Panamá de la edición digital del Diccionario de Americanismos,
publicado por la RAE y la Asociación de las 22 Academias de la Lengua, a
cargo del académico Humberto López. Un libro cuya consulta está
disponible gratuitamente en la Red y que contiene más de 70.000 entradas
y unas 120.000 acepciones, sinónimos y variantes guapas y nada pendejas.
Shhh... Así suena el Atlas en palabras de los 21 escritores:
Argentina: BOLUDO
Juan Gelman. Es un término muy popular y dueño de una
gran ambivalencia hoy. Entraña la referencia a una persona tonta,
estúpida o idiota; pero no siempre implica esa connotación de insulto o
despectiva. En los últimos años me ha sorprendido la acepción o su
empleo entre amigos, casi como un comodín de complicidad. Ha venido
perdiendo el sentido insultante. Ha mutado a un lado más desenfadado,
pero sin perder su origen.
Bolivia: JAILÓN
Edmundo Paz Soldán. Es alguien de la high society, y la connotación suele ser negativa. Los jailones viajan a Miami o Punta Cana de vacaciones y solo van a los bares de moda. Los jailones no entienden Bolivia porque son... jailones. Se llevarían bien con los fresas mexicanos o los chetos argentinos.
Chile: PATIPERRO
Antonio Skármeta. Los chilenos tenemos patas de perro.
Abandonamos nuestros lares con frecuencia tras vagas ensoñaciones o por
apremiantes necesidades que nos impulsan a dejar el país. Encerrados en
una tierra estrecha entre el mar y la cordillera de los Andes queremos
romper límites, curiosear. El patiperreo con el lenguaje nos ha dado grandes poetas.
Colombia: VAINA
Laura Restrepo. Colombianísimo es el uso indiscriminado de la palabra vaina, comodín universal que para todo sirve. Exclamamos “¡qué vaina!” cuando se trata de un desastre, y “¡qué buena vaina!”
para referirnos a un triunfo e incluso a la salvación. Para precisar su
extenso significado, suele utilizarse precedida por el pronombre
demostrativo esa: “Pásame esa vaina”, decimos señalando con el índice, y podemos estar pidiendo desde una aguja hasta un elefante. “Ya salí de esa vaina” alude a cualquier alivio. Al extranjero que visite estas tierras, familiarizarse con el múltiple y versátil manejo de vaina le ahorra tener que aprender español. En cuanto a amplitud de cobertura, vaina solo es equiparable al omnímodo mierda (v. gr. “queda en la mierda”; “se me perdió esa mierda”; “qué es esta mierda”). El cosmos entero cabe en vaina, es el Alfa y el Omega; Vaina es el Aleph.
Costa Rica: TUANISCarlos Cortés. No viene de too nice, como machaca
el cómico mexicano Adal Ramones cuando nos imita, sino de la jerga
militar del salvadoreño Malespín en el siglo XIX. Al sustituir la e por
la a y la o por la i se crean tuani (bueno), peli (malo) y muchas más. El uso le añadió la s. ¿Todo tuanis? (como pregunta y afirmación) ¿Tuanis o agüevado? (como lema). Tuanis es todo y nada.
Cuba: ASERE
Wendy Guerra. En la colección de cubanismos acopiados
por Argelio Santiesteban se asienta esta palabra como originaria de
África, especialmente de la religión carabalí. Algunos dicen que
significa “yo te saludo”, otros dicen que en lucumí significa loco, pero
lo cierto es que la nueva generación de cubanos refiere a asere y “asere que bolá” como el saludo más popular y común que ya nos distingue en el mundo.
Ecuador: YAPA
Gabriela Alemán. La yapa es algo adicional, un regalo. Cuando tenía diez años en todas las panaderías de Quito se daba una yapa a los clientes habituales, eran uno o dos panes que establecían un pacto de amistad. En uno de esos viajes de ida y vuelta la yapa llegó, en época de la colonia y a través de Louisiana, al inglés como lagniappe. Enchufe TV, canal en youtube de humor ecuatoriano, ha devuelto a la yapa al día a día de los ecuatorianos con sus microyapas semanales. Aquí una de ellas.
El Salvador: CIPOTE
Horacio Castellanos Moya. Palabra de uso común sinónimo
de niño, joven, adulto inmaduro. Es exclusiva de El Salvador, donde no
se le asigna ninguno de los significados castizos (hombre grueso o
torpe, miembro viril). Nunca se entendería en El Salvador, por ejemplo,
la frase “se le templó el cipote”. Un clásico de la literatura salvadoreña, Cuentos de cipotes, de Salarrué, relata historias de niños. Y a nadie se le ocurriría en el país relacionarlo con Los once mil falos, de Apollinaire.
España: CONTRADIÓS
Álvaro Pombo. Es un coloquialismo español que se usa
para designar un disparate (una cosa absurda o contraria a la razón).
Francisco Umbral, en El Mundo (23-4-90): “Una democracia capitalista es un imposible metafísico, un contradiós”. Otro ejemplo, de mi cosecha: “¡Entrar en casa con los tenis embarrados es un contradiós!”
(dicho por una madre cabreada). Me parece una expresión esencialmente
española, una mezcla de teología y falta de lógica: se pone a Dios (que
es la contradicción absoluta) como análogo de la razón o el sentido
común. Dios y las cosas divinas y católicas están grabadas a fuego en
nuestro léxico y en nuestros usos lingüísticos.
Estados Unidos: PARQUEADERO
Sergio de la Pava. Nuestra palabra tiene su origen sospechoso en el spanglish o, mejor, el espanglish.
Los idiomas son herramientas de los humanos no al reverso, así que si
toca combinarlos para ser entendido con rapidez, como frecuentemente le
toca al inmigrante, pues así crecen nuestras raíces. Solo cuida, cuando
estés parqueando el carro, que no te den un ticket.
Guatemala: KAIBIL
Rodrigo Rey Rosa. En 1974 se puso en circulación esta palabra de origen maya-mam, kaibil,
para designar un tipo de comandos especiales que combatieron en la
guerra contraguerrillas en Guatemala, los que se hicieron notorios por
su crueldad extrema y porque participaron en numerosos actos de
genocidio. Kaibil aparece casi a diario en la prensa
guatemalteca, se usa tanto en relatos y novelas como en poemas y ensayos
y películas documentales.
Honduras: PIJA
María Eugenia Ramos. La palabra pija
(denominación del pene) y sus derivados tienen tantas y tan diversas
acepciones en el habla hondureña que se ha convertido en parte de
nuestra identidad. Es una palabra pijuda, es decir, muy buena,
porque con ella expresamos desde entusiasmo a la indiferencia, pasando
por el enojo y estados alterados de conciencia. Se usa como sustantivo,
verbo y adjetivo. “Me voy a la pija” significa me voy lejos. “Me vale pija”, no me importa; “estar a pija”, estar furioso, pero también estar borracho; pijinear, irse de fiesta, de parranda. Ser pijudo o pijuda es ser una buena persona o algo muy bien hecho.
México: PINCHE
José Emilio Pacheco. En México, pinche canceló
su acepción normal para adquirir, no se sabe cuándo, las
características de un epíteto derogatorio que sorprende por su
omnipresencia y durabilidad. Pinche puede ser un empleado, el
hábito de fumar, la suerte, un policía, una camisa, un perro, una casa,
una persona, el mundo entero, una comida, un regalo, un sueldo o bien lo
que a usted se le ocurra. Se trata, pues, de un epíteto que degrada
todo lo que toca. Normaliza y vuelve aceptable una furia sin límites
contra algo que nos ofende y humilla pero no podemos cambiar.
Nicaragua: CHUNCHE
Sergio Ramírez. Un chunche es una cosa y cualquier cosa, un comodín que salta sin descanso, mueble, aparato, herramienta, vehículo. “Montarse en un chunche”, “pásame ese chunche, “quitá de allí ese chunche”..., jamás se aparta de la boca y también es el sexo de una mujer, chunchito, o su admirado trasero: “Qué soberano chunche”.
Panamá: SINVERGÜENZURA
Carlos Wynter Melo. Sinvergüenzura es el sustantivo de la infinitud y, en consecuencia, de la libertad absoluta. Una sinvergüenzura
es comerse el mundo de un bocado. Es un escape —a veces son inmorales
las reglas morales— o el motivo de que exclames de repente, porque te
nació de las vísceras: “¡Qué sinvergüenzura!”, para quejarte o decir, oye, es asombroso que los humanoides seamos inmensos.
Paraguay: CURUVICA
José Pérez Reyes. De origen guaraní con sufijo español,
se trata del pequeñísimo fragmento resultante de la trituración algún
material sólido. Como un párrafo desprendido de una obra. Viene al caso
porque los escritores por ejemplo, juntamos palabras como curuvicas y de esa suma de restos sale un texto.
Perú: HUACHAFO
Iván Thays. Aunque se considera un sinónimo de cursi, su significado es más amplio y va de lo gramatical a lo sociológico. La huachafería
es imitar o pretender ser lo que no es. Además, está relacionado a lo
ostentoso, falta imperdonable en un país donde se sobrestima el perfil
bajo. Su uso es tan subjetivo que resulta incluso huachafo el andar señalando las huachaferías de los demás.
Puerto Rico: BREGAR
Mayra Santos-Febres. Yo brego, tu bregas, estamos bregando; “¡chico, brega bien!”. Me imagino que la ubicuidad de la palabra explica todo un modo de vida. Hay que bregar
mucho para vivir en Puerto Rico. Hay que estar dispuesto a negociar,
resolver, esquivar e inventar soluciones nuevas casi cada día. Vivimos,
como dice nuestro gran ensayista Arcadio Díaz, del arte de bregar.
República Dominicana: OLLA
Rita Indiana Hernández. La olla es un lugar
caliente y letal, pequeño infierno donde terminan los desempleados,
viven los pobres y al que hacen referencia constante los de la clase
media. El que dice toy en la olla o toy en olla está quebrado, desbaratao, sin un chele. La olla es también un adjetivo, una obra de arte al igual que el discurso de un político puede ser o estar olla (horrible, pobre, ridículo). La isla es una olla adentro de otra. ¡Quéolla!
Uruguay: CELESTE
Claudia Amengual. Algún distraído diría que el término celeste
proviene de la camiseta de la selección de fútbol, pero lo cierto es
que esta lo toma de nuestra bandera. De ahí derivan expresiones como “la
celeste” o “soy celeste” que han enriquecido el significado y lo han transformado en una marca de la identidad nacional uruguaya.
Venezuela: BOCHINCHE
Rafael Cadenas. No es propiamente un venezolanismo, pero es “voz de origen americano”, según asienta Francisco Javier Pérez en su Diccionario Histórico del Español
de Venezuela y añade que es “una de las voces más expresivas del
español”. Inicialmente, solo tuvo el sentido de fiesta escandalosa,
luego significó desorden, alboroto, tumulto, después pasó al ámbito
político. Francisco de Miranda la hizo célebre cuando al ser derrotado,
al comienzo de la guerra de independencia, exclamó sobre su tropa: “Bochinche, bochinche, esta gente no es capaz sino de bochinche”. Y bochinchero se aplica a alguien irresponsable, falto de seriedad.
Aquí nos encontramos los que, aparte de estudiantes, somos curiosos y queremos aprender por nosotros mismos un poquito más, y comprender... Así nos preparamos mejor para el futuro.
GET-Viento triste. Primera parte (2014)
GET- Viento triste. Segunda parte (2014)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario