Toda la historia lingüística de la Península Ibérica está afectada
por dos hechos particulares que la singularizan frente a la historia de los
otros países románicos: la colonización romana, mucho más antigua que la del
resto de la Romania, y la superposición ulterior de la lengua árabe como lengua
de cultura en la mayor parte del territorio peninsular.
La colonización romana se singulariza por su gran arcaísmo y su
carácter dialectal en la Hispania Citerior, con gran diferencia respecto a la
colonización de la parte occidental de la Península. Es éste un tema muy
discutido que aquí estudiaremos en alguno de sus aspectos principales, haciendo
ver cómo las distintas fechas de la conquista de España por Roma explican el
distinto carácter de los dialectos románicos del oriente y centro peninsular
respecto a los dialectos occidentales.
Por otra parte, la invasión musulmana del año 711 trastornó
violentamente el desarrollo lingüístico de los romances hispánicos. La
Península quedó inundada por la última gran oleada del Islam. El latín se vio
agobiado bajo el peso de otra lengua de cultura, el árabe, órgano de una
civilización completamente extraña, que durante muchos siglos se mostró
superior en múltiples aspectos a la civilización de Occidente. la lengua
popular románica, en la época de su más temprana evolución, se vio, en gran
parte de la Península, obligada a convivir vulgar y diariamente con la extraña
lengua oficial árabe. En esta convivencia, el árabe, como lengua dominadora,
llegó a debilitar o a extinguir los dialectos románicos, y cuando
progresivamente el árabe fue vencido, y los dialectos mozárabes fueron
sustituyéndose por los dialectos de los reconquistadores, esta sustitución
suscita problemas muy varios, uno de los cuales, el principal y más debatido,
es el que se refiere al solar de las lenguas catalana, aragonesa, castellana,
leonesa y portuguesa.
Ramón MENÉNDEZ PIDAL: Enciclopedia
Lingüística Hispánica, C.S.I.C., Madrid, 1960.
No hay comentarios:
Publicar un comentario