a)
¡Tanto amare, tanto amare,
habib, tanto amare!
Enfermeron olios nidios
e dolen tan male.
(Yosef el Escriba. Antes de
1042.)
[jarcha número 18]
b)
Vaise mio corachón de mib
¡ya Rab! ¿si se me tornarad?
Tan mal me doled li-al-habib:
enfermo yed, ¿cuánd sanarad?
(Yehudá Haleví. Antes de 1140)
[jarcha número 9]
c) Garid, vos, ¡ay yermaniellas!,
¿cóm' contenir el mio male?
Sin el habib non vivreyo:
¡ad ob l' irey demandare?
(Yehudá Haleví. Antes de 1140)
[jarcha número 4]
d) ¿Qué faré, mamma?
Meu al-habib est ad yanna.
(Yosef ben Saddiq, muerto en 1149)
[jarcha número 14]
e) Gar, ¿qué fareyo?,
¿cómo vivreyo?
Est' al-habib espero,
por él murreyo.
(Abraham ben ‘Ezra: 1092-1167?)
[jarcha número 5]
f) ¿Qué fareyo o qué serad de mibi,
habibi?
¡Non te tolgas de mibi!
(Todros Abulafia. Entre 1247-1306)
[jarcha número 16]
___________________
MENÉNDEZ PIDAL, Ramón: Crestomatía del español medieval,
Madrid, Seminario Menéndez Pidal-Editorial Gredos, 3ª ed., 1982, T. Di, págs.
19-24.
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