E. Siglo XIX. ROMANTICISMO. 3. Poesía.
B) José de Espronceda. El estudiante de Salamanca.
Texto:
Segundo don Juan Tenorio,
alma fiera e insolente,
irreligioso y valiente,
altanero y reñidor:
Siempre el insulto en los ojos,
en los labios la ironía,
nada teme y todo fía
de su espada y su valor.
Corazón gastado, mofa
de la mujer que corteja,
y, hoy despreciándola, deja
la que ayer se le rindió.
Ni el porvenir temió nunca,
ni recuerda en lo pasado
la mujer que ha abandonado,
ni el dinero que perdió.
Ni vio el fantasma entre sueños
del que mató en desafío,
ni turbó jamás su brío
recelosa previsión.
Siempre en lances y en amores,
siempre en báquicas orgías,
mezcla en palabras impías
un chiste a una maldición.
En Salamanca famoso
por su vida y buen talante,
al atrevido estudiante
le señalan entre mil;
fuero le da su osadía,
le disculpa su riqueza,
su generosa nobleza,
su hermosura varonil.
Que en su arrogancia y sus vicios
caballeresca apostura,
agilidad y bravura
ninguno alcanza a igualar:
Que hasta en sus crímenes mismos
en su impiedad y altiveza,
pone un sello de grandeza
don Félix de Montemar.
En contraste con la imagen del seductor se halla la de doña Elvira. Responde al tópico de la heroína romántica: inocente, pura y desdichada. Frente al verso de arte menor empleado antes, aparece ahora un verso clásico, el endecasílabo, estructurado en una estrofa tan rigurosamente arquitectónica como es la octava real:
Bella y más pura que el azul del cielo
con dulces ojos lánguidos y hermosos,
donde acaso el amor brilló entre el velo
del pudor que lo cubre candorosos;
tímida estrella que refleja al suelo
rayos de luz brillantes y dudosos,
ángel puro de amor que amor inspira,
fue la inocente y desdichada Elvira.
Elvira, amor del estudiante un día,
tierna y feliz de su amante ufana,
cuando al placer su corazón se abría,
como al rayo del sol rosa temprana;
del fingido amor que la mentía,
la miel falaz que de sus labios mana
bebe en su ardiente sed, el pecho ajeno
de que oculto en la miel hierve el veneno.
Cuestiones:
1. Muy distintos del anterior son los dos fragmentos de El estudiante de Salamanca. El poeta describe el aspecto interno de los dos personajes, ¿podrías explicar cuál es el contraste que se establece entre ambos?
2. Cita cinco adjetivos referentes a don Félix de Montemar y, en una segunda columna, escribe otros tantos referentes a doña Elvira. ¿Son estos adjetivos explícitos de las diferencias entre ambos?
3. Explica la estructura métrica de uno y otro fragmento analizando una estrofa de cada uno de ellos.
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