D. Siglo XVIII. NEOCLASICISMO. 1. Poesía.
A) Juan Meléndez Valdés: La tarde.
Texto:
La tarde
Ya el héspero delicioso
entre nubes agradables,
cual precursor de la noche,
por el occidente sale;
Desde allí con su almo brillo
deshaciendo mil celajes,
a los ojos se presenta
cual un hermoso diamante.
Las sombras que le acompañan
se apoderan de los valles,
y sobre la mustia hierba
su fresco rcío esparcen.
Su corona alzan las flores,
y de un aroma suave,
despidiéndose del día
embalsaman todo el aire.
El sol afanando vuela,
y sus rayos celestiales
contemplar tibios permiten
al morir su augusta imagen;
símil a un globo de fuego
que en vivas centellas arde,
y en la bóveda parece
del firmamento enclavarse.
El de su altísima cumbre
veloz se despeña, y cae
del océano en las aguas
que a recibirlo se abren.
¡Oh, qué visos! ¿Qué colores!
¡Qué ráfagas tan brillantes
mis ojos embebecidos
registran de todas partes!
Mil sutiles nubecillas
cercan su trono mudables
el cárdeno cielo pintan
con sus graciosos cambiantes.
Los reverberan las aguas,
y parece que retrae
indeciso el sol sus pasos,
y en mirarlos se complace.
Luego vuelve, huye y se esconde,
y deja en poder la tarde
del Héspero, que en los cielos
alza su pardo estandarte,
como un cendal delicado,
que en su hábito inmensurable
en un momento extendido,
veloz al suelo se abate,
a que en tan rápida fuga
su vislumbre centelleante
envuelto en débiles nieblas
ya sin pábulo desmaye.
Del nido al caliente abrigo
vuelan al punto las aves,
cuál al seno de una peña,
cuál a lo hojoso de un sauce;
y a su guarida los toscos
selváticos animales,
temblando al sentir la noche,
se precipitan cobardes.
Suelta el arador sus bueyes;
y entre sencillos afanes
para el redil los ganados
volviendo van los zagales:
suena un confuso balido,
gimiendo que los separen
del dulce pasto, y las crías
corren llamando a sus madres.
Todo es paz, silencio todo,
todo en estas soledades
me conmueve, y hace dulce
la memoria de mis males.
El verde oscuro del prado,
la niebla que en ondas se abre
allá sobre el hondo río,
los árboles de su margen,
su deleitosa frescura,
los vientecillos que baten
entre las flores las alas,
y sus esencias me traen;
me enajenan y me olvidan
de las odiosas ciudades,
y de sus tristes jardines
hijos míseros del arte.
Liberal naturaleza,
por que mi pecho se sacie,
me brinda con mil placeres
en su copa inagotable.
Yo me abandono a su impulso:
dudosos los pies no saben
do se vuelven, do caminan,
do se apresuran, do paren.
Cruzo la tendida vega
con inquietud anhelante
por si en la fatiga logro
que mi espíritu se calme:
mis pasos se precipitan;
mas nada en mi alivio vale,
que agigantadas las sombras
me siguel para aterrarle.
Trepo, huyéndolas, la cima,
y al ver sus riscos salvajes,
¡Ay!, exclamo: ¡Quién cual ellos
insensible se tornase!
Bajo del collado al río,
y entre sus lóbregas calles
de altos árboles, el pecho
más pavoroo me late.
Miro las tajadas rocas
que amenazan desplomarse
sobre mí, tornar oscuros
sus cristalinos raudales.
Lléname de horror sus sombras,
y el ronco, fragoso, embate
de las aguas más profundo
hace este horror y más grave.
Así azorado y medroso
al cielo empuezo a quejarme
de mis amargas desdichas
y a lanzar dolientes ayes;
mientras de la luz dudosa
expira el último instante
y el manto la noche tiende
que el crepúsculo deshace.
Cuestiones:
1. Estudia la métrica del poema. Mide para ello los cuatro primeros versos y señala cuál es la rima empleada. ¿Existe en esos versos alguna de las licencias métricas que has estudiado?
2. El vocabulario revela una cuidadosa selección y, a veces, artificiosidad. Abundan las palabras poéticas y los arcaísmos, como Héspero (Nombre del planeta Venus a la caída de la tarde), almo (adjetivo poético que significa criador, alimentador)... Todo ello revela que el poeta expresa un mundo poético idealizado. Haz una lista con todas las palabras inusuales para ti y explica su significado en el texto, utilizando para ello el diccionario.
3. El poema es un romance descriptivo. La adjetivación, por tanto, tiene decisiva importancia. Haz una lista con los adjetivos meramente descriptivos que haya en él. En una segunda columna enumera aquellos otros que se refieren al mundo interior del poeta. ¿Observas alguna diferencia entre la naturaleza descrita y el mundo efectivo del autor?
4. También la sintaxis revela una cierta artificiosidad. Abundan los ejemplos de hipérbaton y son frecuentes las construcciones con adjetivo predicativo. El primer fenómeno está al servicio de la eficacia rítmica; el segundo es degran intensidad descriptiva al referirse tanto al predicado verbal como al sujeto o al complemento directo. Pon ejemplos de ambos tipos de construcción y explica su presencia en el texto; es decir, con qué intención se hallan usadas.
5. Explica en seis u ocho líneas el contenido del poema. (No lo resumas; limítate a expresar su sentido).
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